Nuestra alumna de 1º ESO, Claudia Fernández Pérez. ha sido una de las ganadoras del V Concurso de Microrrelatos de terror organizado por Morón Información, de la categoría infantil-juvenil.
De los 34 relatos presentados, “Es fiesta no era normal“ ha sido uno de los ganadores . ¡Enhorabuena, Claudia!
ESA FIESTA NO ERA NORMAL
¿Os imagináis una fiesta de disfraces de Halloween con un suceso paranormal? Bah, eso seguro que son chorradas que se inventan los niños pequeños para intentar asustar a la gente ¿Y si te dijera que eso no es tan sólo una chorrada?
En Halloween de 2023 en Morón de la Frontera no ha sido sólo una invención de niños pequeños… María era una chica alta, morena, y muy guapa, que junto a sus amigos decidió disfrazarse para participar en el concurso de disfraces que se celebraba como cada año en el Espacio Multiusos de la Alameda. Todos llevan unos disfraces muy originales y divertidos y cuando llegaron a la caseta vieron que había muchos chicos disfrazados de una forma muy creativa, pero les llamó la atención un disfraz bastante realista. Era un payaso que estaba mirando a María fijamente. Ella sintió un escalofrío bastante fuerte y cuando se volvió vio que era aquel payaso que la observaba fijamente otra vez. María no le dio mucha importancia y pensó: “¡Qué disfraz más realista lleva esa persona, da miedo tan solo mirarlo!”. Se lo contó a sus amigos, que opinaron lo mismo, y después de mirarlo siguieron cada uno a lo suyo.
Después de un rato, María se sentía bastante incómoda ya que ese payaso no dejaba de mirarla y poco a poco se estaba empezando a dar cuenta de que aquello no era normal. De repente, se fue la luz en la fiesta y empezó a sonar una música bastante escalofriante. Al principio, María pensó que formaba parte de la fiesta, ya que era Halloween, pero al momento se empezó a escuchar la risa de un payaso maligno, y en ese momento se acordó del payaso que la había estado mirando fijamente toda la noche y empezó a temblar de miedo. Sus amigos le preguntaron si estaba bien y si le pasaba algo, pero María no podía ni responder, no le salía la voz para hablar mientras no dejaba de pensar: “Esta fiesta no es normal”.
Volvió la luz y el presentador del concurso se subió al escenario para dar el premio al mejor disfraz y pronunció un nombre bastante extraño: “Payasín, Payasín ha ganado este concurso con el disfraz más realista de payaso”, pero Payasín no estaba por ningún lado. María tenía mucho miedo por todo lo que estaba pasando. Ella y sus amigos se tomaron un refresco antes de irse, y al salir de la fiesta, María tuvo que irse sola andando para su casa. Tuvo que pasar por el Pozo Nuevo y, de repente, vio que las farolas parpadearon y se escuchó otra vez la risa de aquel payaso. María pensó que era su imaginación, pero cada vez se escuchaba aquella risa más fuerte y cuando se dio la vuelta Payasín la estaba siguiendo. María empezó a correr, pero el payaso la seguía cada vez más rápido hasta que de pronto algo la golpeó tan fuerte que María cayó al suelo en coma.
Cuando María despertó estaba en el hospital y al mirar por la ventana Payasín la estaba mirando con un cartel que decía: “Feliz Halloween, María”.
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